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| (Créditos a Entertaiment) |
Tras cuatro temporadas, la polémica serie de Netflix llega a su final y aunque cueste creerlo, este final logró ser lo que merecía después de varias historias de relleno.
Sinopsis
Los chicos se preparan para disfrutar de su último año, pensando en su futuro y dejando las cosas del pasado atrás, pero los traumas los perseguirán de formas diferentes y los afectarán a unos más que otros, además de que alguien estará siguiéndolos para que sus oscuros secretos salgan a la luz.
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| (Créditos a Entertaiment) |
Por Trece Razones se convirtió en una serie de odios y amores, logró tocar temas tan fuertes y explícitos al punto de captar la atención de no solo los medios, si no de grupos que lograron incluso censurar una de las escenas más importantes de la primera temporada (el suicidio de Hannah Baker), aunque tal vez si pasaron los límites, en algunas ocasiones no hicieron nada más que mostrar la verdad del adolescente promedio estadounidense.
Por suerte para los haters, esta serie llegó a su final y en contra de todo pronóstico cerró con broche de oro la historia, en una temporada donde tocó temas más importantes que sus predecesoras.
La evolución de Clay Jensen
El personaje de Clay Jensen había sido el más plano de todos hasta esta temporada, después de todo por lo que él y sus amigos pasaron, era lógico que afectaría de alguna forma su vida.
Habíamos visto a Clay tratando de ser el héroe y ayudando a sus amigos cuando lo necesitaban, pero ¿quién estaba para él cuando lo necesita?, Clay se centró tanto en estar para otros que se olvidó completamente de él, siempre quiso que los demás lo vieran como la persona en la cual pudieran apoyarse.
Esta temporada sorprendió mucho cómo reflejaron la inestabilidad mental del personaje causada por los traumas del pasado, nos mostraron un Clay más “humano”, estresado por el futuro y abrumado por el pasado y sacaron todo el potencial de Dylan Minnette, actor que interpretó a Jensen por 4 temporadas.
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Justin me hizo llorar
El personaje que merecía un final feliz y un futuro próspero, terminó siendo la causa por la cual muchos lloramos viendo esta temporada, al comienzo parecía que todo iba bien: Justin había mejorado con su adicción, tenía el apoyo de los Jensen y Clay, estaba emocionado por la universidad y volver a comenzar.
Realmente no me esperaba la muerte de Justin y si creía que tendría la redención que merecía, me sorprendió el final del personaje, no se si fue lo correcto pero si movió mis fibras y logró hacerme llorar, algo que no había hecho desde la primer temporada con la muerte de Hanna.
Me hubiera gustado verlo ir a la universidad y despedirse Clay, pero no de esa forma, resaltó el ensayo de ingreso a la universidad que escribió, en donde hablaba de su hermano Clay (también llore con eso).
Enfrentando el pasado para comenzar un futuro
Definitivamente los chicos de Liberty High pasaron por muchas cosas que los adolescentes normales no experimentan, y todo ese trauma del pasado que los une fue el detonante esta temporada, por un lado estaban quienes querían seguir con su vida y por el otro aquellos que quedaron afectados por todas las situaciones vividas.
Aquí destaco a dos personajes, Zack y Alex, este último se descubrió así mismo y logró conocer la felicidad y la paz en su vida, mientras que Zack quien siempre había sido el chico perfecto, se quebró completamente en esta temporada y nos dejó ver la fragilidad del chico más centrado de Liberty.
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En conclusión fue un final de serie diferente e interesante, aunque sigo pensando que no debían ser tantas temporadas y que la tercera fue perversamente mala, después de todo lograron darle un buen cierre a la historia de una de las series más polémicas de la plataforma.
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