Parasite, el film Surcoreano ganó cuatro premios Oscars, incluido Mejor Guion Original, Mejor Director, Mejor Película Extranjera y el galardón mayor a Mejor Película, haciendo historia en los Oscars, siendo la primer película de habla no inglesa en ganar esta categoría, pero ¿a qué se debe el éxito de Parasite?
No es muy difícil de explicar, ni de entender, y la respuesta puede resumirse a un simple: así se hace el buen cine.
Lejos de los efectos especiales y las escenas de acción, el director Bong Joon Ho, escribió una historia digna del drama, el suspenso y el humor negro que el cine ha perdido.
Acompañada de un fantástico juego de cámara y un diseño arquitectónico que sigue el ritmo de la narración, en donde resalta el contraste de las clases sociales, aunque lejos de convertir a los protagonistas en mártires, los muestra como el ser humano es en realidad: tan bueno o tan malo dependendiendo de la situación.
Bong, muestra la vida de dos familias, los Kim quienes viven en un semisótano en Seúl, (viviendas que existen en realidad en la capital surcoreana, las cuales tienen un precio asequible), un matrimonio con dos hijos quienes buscan trabajar para salir de la pobreza (o eso nos hacen pensar), y los Park, un matrimonio también con dos hijos, a diferencia de los Kim, estos son una familia que vive entre lujos y jamas han pasado por ninguna situación de pobreza.
El juego maquiavélico que comienza la familia Kim, interpretando diferentes papeles para obtener los cuatro trabajo en la casa de los Park, es sencillamente fantástico de ver e incluso llegamos a ser cómplices de los protagonistas, por querer que su plan salga bien y logren la vida que buscan.
En un punto pareciera que llegaron a la casa perfecta para estafar a su antojo, gracias a la ingenuidad de los Park, especialmente de la señora de la casa, pero la vuelta que da la historia hace que el espectador sienta el verdadero suspenso al estilo Hitchcock y lo invita a no parpadear y a sacar sus conclusiones, a pesar de que al final sean completamente diferentes a lo que se espera.
Es por eso que esta pieza del séptimo arte se convierte en la mejor película del 2019, y entra en la lista de uno de los mejores (perdon tanta redundancia) productos audiovisuales del cine, haciendo que el nombre de Bong Joon Ho haga ruido en la industria cinematográfica americana, con un claro mensaje de que aún hay buen cine allá afuera, en un idioma diferente y que nos puede contar una buena y verdadera historia sin ser predecible.
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