El documental de la cantante pop Taylor Swift, nos deja ver su lado más transparente, más real y el que los medios se esforzaron en ocultar.
Llegar a la fama en la adolescencia es el sueño de muchos jóvenes, quienes crecen bajo los lentes y las luces que en algún punto se vuelven cegadores y abrumadores, para Taylor esa no fue la excepción y lo muestra con claridad en su nuevo documental.
La cantante se unió con la plataforma Netflix y la directora Lana Wilson para contar su historia sin filtros y denunciar los abusos directos e indirectos que sufrió en su camino a la fama.
Pero, ¿realmente te importa si en internet no te quieren, cuando tu mamá está descompuesta por la quimioterapia? - Frase de Taylor en Miss Americana
Ser una chica buena, fue algo que le inculcaron a Taylor desde que comenzó su carrera: una chica buena no incomoda con sus opiniones, una chica buena no opina de política, una chica buena sonríe y habla de amor y cosas de chicas (resalta Swift en su documental), buscando la aprobación y el amor de los demás, pero la cantante que comenzó en el Country, se canso de la imagen que estaba dando y al decidir ser ella misma comenzaron los problemas.
Un antes y un después para Taylor fueron los VMAs del 2009 con la interrupción de Kanye West al recibir el premio a mejor Vídeo Femenino del Año, esto la llevó a tener una relación accida con el rapero estadounidense, a ponerse en el ojo del huracán mediático y también a experimentar un momento vergonzoso y devastador para una joven de 19 años camino al éxito.
Después de este momento Swift vivió una serie de eventos desafortunados que la enseñaron a ser fuerte, por eso es agradable verla en su versión más sincera y al transparente, en donde además de contarnos de su música y su paso por Reputation hasta su más reciente álbum Lover, también nos cuenta los episodios que marcaron su vida, como su lucha con los trastornos alimenticios, su censura para hablar de temas políticos, el acoso psicológico y sus secuelas de salud física y mental, incluso la agresión sexual de la cual fue víctima en un programa radial.
Con Miss Americana, Taylor se abre al mundo de la forma que los medios no dejaron que lo hiciera, nos muestra el proceso creativo de su música, y su crecimiento como artista, cuenta cómo atravesó todos sus fracasos personales, amorosos y profesionales y cómo recuperó su autoestima y confianza en sí misma.
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